domingo, 26 de octubre de 2008

Capítulo 2x01 : Amanecer

Aquel domingo, Sofía se levantó al amanecer. Sin hacer ruido, cogió una pequeña maleta y dejó 2 notas: una para Don Alberto Felipe y otra para Alejandra.

"Para Don Alberto Felipe,

He tenido que irme apresuradamente. He recibido una triste notícia, mi madre está en el hospital y necesita de mi presencia.
Me temo que quedó algo pendiente entre usted y yo. Espero poder regresar pronto.

Suya,

Sofía Leinfield"




"Querida Alejandra,

Me voy. Es lo mejor para ti. No hay preguntas ni respuestas. Simplemente, las cosas son así.

Sofía. "


Una vez dejadas las notas dónde solo las podían encontrar los propios destinatarios, Sofía cogió la maleta y se fue.

Antes de cruzar la puerta, se giró, vió lo que había a su alrededor y sonrió.

Lo había conseguido.

miércoles, 22 de octubre de 2008

ANUNCIO!

Estreno aplazado por huelga de guionistas (exceso de trabajo mas bien).
1er capítulo de la 2a temporada, en los próximos días.

lunes, 20 de octubre de 2008

ESTRENO DE LA 2A TEMPORADA

ESTRENO DEL PRIMER CAPÍTULO: MIÉRCOLES 22 DE OCTUBRE
(no hay spoiler, lo siento)

martes, 16 de septiembre de 2008

Capítulo 12: La Cena

Por fin llegó el ansiado sábado (ansiado para todos menos para Sofía).

Don Alberto Felipe preparó cuidadosamente la mesa. Puso los mejores manteles, la vajilla que le regalaron para su boda y la cubertería de plata. Y, encima de la mesa, unas velas que desprendían una tenue luz.

Mientras, Alejandra estaba en su habitación terminado de arreglarse. Estaba nerviosa, muy nerviosa. Se había vestido para la ocasión. Con un vestido negro, ceñido, dejaba ver sutilmente su esbelta figura.Se había recogido el pelo y pintado. No se decidía por los zapatos, cuando de repente su padre entró en la habitación.

"Alejandra, tengo que pedirte un favor", dijo Don Alberto. "Tienes que bajar y disculparte, decir que no te encuentras bien y que prefieres pasar la velada descansando en tu habitación".

A Alejandra le cambió la cara. Y de golpe, empezó a encontrarse realmente mal. No tenía que disimular.. su mundo se había venido abajo.

Su padre no captó la profunda rabia de su hija y dando media vuelta, se fue a ultimar los detalles de la cena.

Sofía, ajena a las tribulaciones de la familia Bermúdez de Castro, apuraba un cigarro con mirada ausente. Unos minutos después, al entrar al salón, se encontró la escena que imaginaba: una mesa a media luz preparada para dos. Sofía no pudo mas que sonreír para sus adentros.

De repente apareció Alejandra. Su mal aspecto era evidente. Se dirigió a Sofía y le pidió disculpas por su ausencia en la cena. Hacía unas horas que no se encontraba demasiado bien. Sofía no dijo nada, pero pudo ver la mirada de odio que Alejandra le dirigía a su padre antes de desaparecer.

Don Alberto apartó la silla para que Sofía se sentara en ella. Mientras charlaban "animadamente", Alberto hizo un intento de coger la mano de la institutriz. Sofía se sonrojó, porqué sabía cual era su papel. Mostrándose mas tímida de lo normal, Sofía conocía todos los mecanismos de seducción habidos y por haber.

El Patriarca se sentía halagado. Veía lo que quería ver.. y precisamente vio en Sofía un enamoramiento incipiente. En aquel momento, se prometió a si mismo que le daría tiempo a Sofía para que pudiera asimilar aquella vorágine de emociones.

Al terminar la cena, y después de los halagos pertinentes, Sofía se retiró, no sin antes pedir permiso para visitar a la enferma Alejandra.

Alejandra estaba en la cama, llorando. No sabía lo que pasaba abajo, pero su mente iba rápida. No se dio cuenta que alguien había entrado en la habitación.

A oscuras, Sofía se acercó a la cama de Alejandra. No le dijo nada. En silencio, se tendió a su lado. A Alejandra se le paró literalmente el corazón.

Alejandra sintió que unas manos recorrían su espalda subiendo hacia su cuello. Una vez ahí, notó una presión. La mano de Sofía la acercaba hacia ella, a su cara.. a sus labios. Alejandra no recuerda si fueron segundos, minutos o horas las que estuvieron así.. acostadas, frente a frente, una boca frente la otra y escuchándose ambas respiraciones.

Sofía sabía que era el momento. Acercándose un poco mas.. puso sus lábios sobre los de Alejandra, fundiéndose ambas en un beso largo y dulce.

Y en aquel momento, precisamente en éste momento... se abrió una luz en la habitación, dejando a las 2 mujeres completamente al descubierto.

Carlos Javier Bermúdez de Castro había regresado a casa...

FIN DE LA PRIMERA TEMPORADA

continuará..

viernes, 29 de agosto de 2008

Capítulo 11: El Beso

Alejandra llevaba días sin poder concentrarse en nada. Claro que las clases no daban para mucho mas, pero su rubia cabecita estaba centrada en un único pensamiento: la cena del sábado.

No entendía bien porqué su padre había invitado a Sofía, pero le daba igual. El solo hecho de compartir con ella una cena le bastaba. Necesitaba tenerla cerca, a cada momento. Las horas sin ella se hacían eternas, insustanciales, aburridas. Sofía era su gran adicción.

Aquella semana, las clases con Sofía siguieron con una "normalidad aparente". Pero había una tensión que iba creciendo entre ambas. Las miradas, los gestos, .. los silencios. Ya no se sentaban frente a frente. La mayoría de las veces, Sofía se sentaba a su lado, cosa que provocaba algun que otro roce mas consciente que inconsciente.

Así transcurrieron los días de aquella eterna semana... Hasta el viernes. Sentadas de lado, Sofía se acercó a Alejandra, le puso un mechón del pelo detrás de la oreja y le susurró al oido: "no tengas miedo, yo estoy aquí. pase lo que pase, estaré aquí. no siempre podemos escoger.. así que, sobretodo, no tengas miedo" y dicho ésto, lentamente, se aproximó aun mas.. y la besó. Un beso aparentemente casto, cerca de los labios, dulce e intenso.

Para Alejandra, un beso eterno.. la sensación de haber regresado a casa. De haber encontrado su hogar... Aquel momento, Alejandra supo lo que era la felicidad y lo que quería para el resto de sus días.

Quería a Sofía.

Continuará...

martes, 26 de agosto de 2008

Capítulo 10: Don Alberto Felipe

El patriarca de los Bermúdez de Castro era un hombre entrado en la cincuentena. De pelo canoso, aún conservaba el atractivo que antaño había enamorado a mujeres y jovencitas.. y a algún que otro mozo que pululaba por las tierras de la familia.

Cuando se casó con la joven Clara Isabel Aranda de los Santos, lo hizo mas por interés te quiero Andrés, que por amor. Clara Isabel era la única hija de una acaudalada familia de la zona. Vecinos y rivales, Don Alberto Felipe se empeñó a conquistarla a costa del disgusto de su futuro suegro, que no lo soportaba, y del gozo y disfrute de sus propios padres, necesitados a toda costa de la aportación terrenal que ofrecería el matrimonio de su hijo Alberto Felipe con la angelical Clara Isabel.

Educada para la sumisión marital, Clara Isabel vio en el matrimonio una escapatoria a su aburrida vida. Y que mejor escape que un hombre que sabía que no la quería, pero que se empeñaba en conquistarla. Así, la joven no tardó en simular un enamoramiento con una torpeza y rubor sin igual.

Fue tiempo después de la boda cuando Don Alberto Felipe se dio cuenta. Doña Clara Isabel era de todo menos una mujer sumisa. Poco a poco, la joven se hizo con el mando de la casa, de los negocios y de todas las relaciones sociales... Decidiendo ella, y solo ella, donde, como y cuando se debían hacer las cosas.

Ese carácter seguro, autosuficiente, independiente, hizo que Don Alberto Felipe se enamorara perdidamente de su esposa, llegando a alcanzar con honores, el título de "el mayor calzonazos del siglo XX". Completamente entregado a su mujer, poco pintaba en cualquier decisión tomada. Todo, absolutamente todo, pasaba por manos de su adorada esposa.

15 años de matrimonio y 4 hijos después, Doña Clara Isabel decidió que era la hora de vivir su vida. Así que sin dejar una triste nota de despedida, abandonó el que fue su hogar en búsqueda de si misma.. pero eso, es otra historia..

Don Alberto Felipe jamás se repuso a la pérdida de su esposa. Dormía todas las noches gracias a la intervención de grandes dosis de alcohol en sangre. Y un dolor crónico recorría sus entrañas: el asombroso parecido de Alejandra con su madre.

Hasta que conoció a Sofía, Don Alberto jamás se había planteado que hubiera otra mujer en el mundo que no fuera Clara Isabel.

El día que la vio, un nuevo horizonte se abrió ante él...

Continuará...

lunes, 18 de agosto de 2008

Capítulo 9: preparativos

A Sofía Leinfield no le sorprendió la invitación de Don Alberto Felipe. Por experiencia sabía del efecto que causaba su imagen impenetrable, su pose altiva, su mirada fría. Sofía era un reto para muchas personas. Despertaba en la gente la necesidad de captar su atención, el desafio de encontrar lo que hay detrás de un muro construido con los años.

Pero a Sofía poco le quedaba detrás de todo ésto. El día que decidió dejar de sentir, renunció al mundo.. el día que dejó de sentir, empezó a mirar el mundo a través de la barrera.

Aquella sería una semana larga, muy larga. Era consciente de los sentimientos de Alejandra, los conocía a la perfección.Sabía de su sufrimiento.. y sabía lo que le esperaba.

En otro tiempo, ella había sido una Alejandra mas..

continuará...

martes, 5 de agosto de 2008

Capítulo 8: Aquella tarde

Aquella noche Alejandra no pudo conciliar el sueño. No era una noche especialmente calurosa, pero sentía arder todo su cuerpo.No podía dejar de pensar en la tarde anterior.. no, no podía.

La tarde en que Sofía se había dado la vuelta. La tarde en la que sus cuerpos se quedaron frente a frente, los ojos fijos en los de la otra.. La tarde en la que una sensación desconocida se apodero del cuerpo de Alejandra. Una sensación única, increible, indescriptible.

Alejandra no recuerda cuanto tiempo estuvieron así antes que los interrupiera Don Alberto Felipe. El patriarca, prendado hasta la médula de los encantos de Sofía, había acudido a invitarla a cenar con ellos el fin de semana.

Al ver la imagen de Alejandra y Sofía, la una frente la otra compartiendo un complice silencio, Don Alberto Felipe sintió un gran entusiasmo. Le gustaba la institutriz, y quería que su hija se llevara lo mejor posible con ella..

Al oir a su padre se sobresaltó. En cambio Sofía permaneció impasible, como era costumbre en ella.. Al escuchar la invitación de Don Alberto Felipe, una sonrisa apareció en su rostro.Para los que la conocían, una sonrisa inquietante.

Horas después, Alejandra seguía sin poder conciliar el sueño.

Continuará...

viernes, 1 de agosto de 2008

Capítulo 7: Carlos Javier Bermúdez de Castro

Carlos Javier Bermúdez de Castro era el hermano mas cercano en edad a Alejandra y con el que se llevaba mejor. Lógico, teniendo en cuenta que se marchó de tour por Europa al terminar la universidad y nunca más regresó.

Carlos Javier se llevaba mal con sus 2 otros hermanos mayores. Si, Alejandra tenía 3 hermanos: Adolfo Luis, Rodrigo José y Carlos Javier (por orden cronológico).

Para sorpresa de Alejandra, a finales de noviembre recibió una carta de su hermano. Carlos Javier le contaba que iría a casa aquellas navidades. Tenía "asuntos pendientes" por resolver y había llegado la hora de afrontarlos.

Alejandra se movía entre la emoción del reencuentro con su hermano y el miedo. Hacía 6 años que no se veían... y si él era como el resto de los hermanos? y si...

Por suerte para Alejandra, su obsesión por Sofía no le dejaba pensar en otras cosas. Apartó de su mente el ansiado reencuentro, peinó su larga cabellera, subió unos centímetros la falda del uniforme del colegio católico y apostólico y se dirigió a la biblioteca.

Al verla su corazón dio un vuelco.. Sofía estaba de pie, mirando a través de los enormes ventanales que daban al jardín. Se la veía pensativa, ausente..Estaba preciosa.

Alejandra se acercó sigilosamente por detrás, sus ganas de abrazarla escapaban de su control. Sofía, al notar una presencia en la habitación, se dio la vuelta. Tenía a Alejandra a 10 centímetros.. podía sentir su respiración...


Continuará...

miércoles, 30 de julio de 2008

Capítulo 6: Siguen las clases

Sofía sabía lo que se hacía, conocía la vulnerabilidad de Alejandra. Le recordaba a ella con unos años menos.. con muchos años menos, cuando aún era capaz de amar, de sentir, de vivir. A pesar de esto, Sofía tenía muy clara cual era su misión y las promesas que había hecho sobre sus lágrimas derramadas en una cuneta cualquiera(la última vez que lloró, claro). Quería que el mundo sintiera el mismo dolor que sintió, el mismo desgarro, el mismo sin sentido.

Sofía se había convertido en una mujer demasiado herida para sentir de nuevo. Por eso era inmune a la belleza "Barbieriana" de Alejandra. No le impresionaba su largo pelo rubio formando bucles, No le conmovia la manera en que la miraba con esos ojos azules.. su reto era precisamente, ésto.

Cuando cada tarde Alejandra se sentaba delante de ella, totalmente entragada, Sofía crecía un poco mas. Sábía que el día no estaba lejos.. Sabía que Alejandra no aguantaría mucho mas..

Continuará...

Capítulo 5: Sentimiento que crece

A Alejandra Bermúdez de Castro se le hacían eternas las clases en el elitista colegio donde iba desde los 3 años. Rodeada de chicas de su edad, encontraba insustanciales los problemas y problemones de sus compañeras de clase. Cualquier cosa no referente a Sofía le parecía una pérdida de tiempo.

Aún no sabía que nombre ponerle al hechizo que ella le producía. Alejandra estaba asustada por un sentimiento que cada día era mas fuerte. Si, el nombre correcto era Amor, pero nunca creyó que eso existiera. No el amor, sino el querer de éste modo a otra mujer. No era una simple admiración, era la necesidad de poseerlo todo: su inteligencia, su afecto, su atención, su mirada.. su cuerpo.

Alejandra se movía entre el miedo de sentir con esa intensidad y la plenitud de compartir todas las tardes con ella. Nada mas existía. Mataba las horas de clase en el elitista colegio femenino católico y apostólico pensando en Sofía...

continuará...

martes, 22 de julio de 2008

Capítulo 4: El inicio

Aquel lunes, el padre de Alejandra, Don Alberto Felipe Bermúdez de Castro, se retiró a sus aposentos (donde se hallaba una extensa colección de whiskys habidos y por haber), dejando por primera vez a solas a su hija con su ya recién estrenada institutriz.

Alejandra acompañó tímidamente a Sofía a lo largo de la mansión, llegando por fin a la parte contigua de su dormitorio: una biblioteca privada, con primeras ediciones de libros únicos e irrepetibles. Nunca nadie había osado tocar ninguno de los libros, mas que nada por la aversión que toda la família Bermúdez de Castro profesaba a la lectura.

Frente a frente, se sentaron en la mesa principal. Alejandra sentía su corazón latir a gran velocidad. Sofía, impenetrable, distante, altiva.. se dispuso a abrir un libro, cuando de golpe lo cerró y dirigió lo que eran sus primeras palabras a Alejandra: "lo que te enseñaré, no lo encontrarás en los libros. por eso, y por mucho mas, te aseguro que por muchos años que vivas, te acordarás de lo que aprendas a mi lado"

Alejandra supo que sus palabras eran ciertas. La seguridad de las palabras dichas, la prepotencia de sus gestos, la autosuficiencia desbordante de Sofía, auguraban una intensidad sin igual.

También tuvo muy claro que a partir de aquel momento, su vida había dado un giro de 180º.

Pero aún no sabía lo que le esperaba.No, definitivamente, no podía hacerse una idea.

continuará...

jueves, 17 de julio de 2008

Capítulo 3: Sofía Leinfield

Sofia Leinfield no había trabajado de institutriz en su vida. Por una serie de circumstancias que no vienen al caso, sus padres la echaron de casa muy joven. (Bueno vale, la pillaron liándose con la prometida de su hermano, pero yo no he dicho nada, oks?).

Un tiempo después del "percance", Sofia se fue a vivir a casa de unos amigos, 2 chicos que habían sido pareja (entre ellos claro), y seguían viviendo juntos a pesar de la ruptura. Tenían un gato y a Sofía.

Sofía, harta de los celos entre ellos y que compitieran en todo momento por su atención, se fue un tiempo a viajar por europa, donde conoció a la que sería por unos años su pareja: una mujer, 15 años mayor que ella que no estaba preparada para el compromiso ni para una relación de pareja. 8 años después de convivencia, de día si día no "no se si te quiero", Sofía dejó un post it en la nevera donde ponía "luego te llamo", cogío sus maletas y se fue para no regresar. (tampoco llamó, claro)

En aquel momento tuvo claro que jamás volvería a enamorarse. Su camino estaba trazado:La venganza sería su destino.

Cuando se enteró que los Bermúdez de Castro estaban buscando institutriz para su hermosa hija adolescente, no lo dudó. Cual Ave feniz, renació de sus cenizas, con una nueva identidad y un nuevo pasado.

continuará...

miércoles, 16 de julio de 2008

Capítulo 2: Alejandra conoce a su institutriz

Alejandra Bermúdez de Castro llegaba todas las tardes a casa, acompañada por su chófer, ataviada con su uniforme de colegio privado y una maleta estilo samsonite llena de libros pesados. A pesar de que Alejandra no tenía muchas inquietudes para conocer nada de lo que le contaban sus prehistóricos profesores, su padre se empeñaba en que fuera una chica de "provecho" lista para ser desposada por algun caballero andante (y rico)

Pero aquel lunes, no fue como los otros. Cuando Alejandra llegó de la escuela, la esperaba su padre con Sofía, su nueva institutriz, que se encargaría los próximos meses de ayudarla en todas las tareas habidas y por haber (y alguna que otra mas)

Alejandra recordará el resto de su vida ese momento. Al pie de unas enormes escalinatas estaba ella: Morena, alta, imponente. Detrás de unas gafas, se veía una mirada inteligente.. una mujer que había vivido con intensidad. De unos 30 y largos años, vestía con sobriedad.. una sobriedad propia de alguien mucho mayor.

Sofía se acercó y le tendió la mano diciéndole: " a partir de ahora, tu y yo vamos a pasar muchas horas juntas"

El padre miraba orgulloso la escena.

Alejandra, por tercera vez en 16 años, se enamoró (las otras 2 no cuentan).

Continuará...

lunes, 14 de julio de 2008

La Despechada: episodio piloto

En un lugar lejano, en medio de viñedos y grandes extensiones de tierra, econtramos a nuestra protagonista a la que llamaremos la despechada.

La despechada es una barbie contemporánea, nacida en el seno de una família de buena posición social, propietaria de terrenos propios y ajenos. Rodeada de hermanos, es la única mujer de la família. Su madre se fugó al poco de nacer ella. Los rumores locales apuntan que, sospechosamente, la mujer del capataz desapareció el mismo día a la misma hora. No se las ha vuelto a ver.

Educada bajo valores católicos, apostólicos y romanos .. la despechada se enamora de su institutriz, la cual la adentra en el oscuro mundo de la mujer.

Continuará....

 


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